La escritora surcoreana Baek Se-hee falleció a los 35 años, según confirmó la Agencia Coreana de Donación de Órganos. La autora murió el 16 de octubre y salvó cinco vidas gracias a la donación de su corazón, pulmones, hígado y riñones.
Baek fue ampliamente reconocida por su libro de ensayos “Quiero morir, pero quiero comer tteokbokki”, una obra donde relató con sinceridad sus conversaciones con un médico tras ser diagnosticada con distimia, una forma de depresión leve y persistente.
El libro, dividido en dos partes, ha vendido más de 600.000 copias en Corea del Sur y fue traducido a unos 25 idiomas, convirtiéndose en un fenómeno literario por su visión honesta sobre la salud mental y las emociones cotidianas.
Nacida en Goyang, provincia de Gyeonggi, en 1990, Baek estudió escritura creativa y trabajó durante cinco años en una editorial. Durante ese tiempo, buscó ayuda psicológica para superar sus heridas personales, proceso que inspiró su obra más conocida.
Su familia la describió como una persona cálida, empática y solidaria, siempre dispuesta a escuchar y acompañar a los demás. Su hermano menor expresó que Baek “esperaba escribir, compartir su corazón con los demás y alimentar sueños de esperanza”.
La literatura coreana pierde a una autora que transformó el dolor en palabras y ayudó a miles de personas a sentirse comprendidas.