El enfrentamiento entre NJZ y su agencia Ador sigue escalando y las consecuencias podrían ser millonarias.
Esta semana, el Tribunal del Distrito Central de Seúl emitió una resolución que refuerza el control de Ador sobre las actividades del grupo, prohibiéndoles actuar por cuenta propia sin autorización previa. De hacerlo, cada integrante deberá pagar 1,000 millones de wones (alrededor de 730 mil dólares) por cada violación —una suma que, multiplicada por las cinco miembros, podría alcanzar cifras astronómicas.

La orden fue emitida el 29 de mayo por el 52º Departamento de Asuntos Civiles del tribunal, que aceptó la solicitud de «compulsión indirecta» interpuesta por Ador. Esta medida surge luego de que la agencia obtuviera previamente una orden judicial para preservar su estatus como representante exclusivo del grupo, bloqueando además cualquier contrato publicitario independiente que las idols intentaran firmar.
En términos prácticos, esto significa que NJZ no podrá participar en ningún tipo de actividad de entretenimiento —ya sea de manera individual, a través de un representante legal o mediante terceros— sin el consentimiento explícito de Ador.

La medida se mantendrá vigente hasta que se dicte un fallo definitivo sobre la validez del contrato de exclusividad que vincula a ambas partes.
La próxima audiencia judicial, en la que se abordará de lleno la validez del contrato exclusivo con Ador, está programada para el 5 de junio. Hasta entonces, NJZ se mantiene en pausa… aunque el reloj sigue corriendo, y las tensiones, creciendo.