Lo que parecía una emotiva historia de admiración terminó dividiendo opiniones en redes sociales. Una azafata vietnamita fue el centro de atención después de compartir una experiencia personal con dos integrantes de BTS durante un vuelo reciente.
El 25 de junio, fanáticos en Vietnam enloquecieron al enterarse de que Jimin y Jungkook habían sido vistos en la ciudad costera de Da Nang. Aunque no se sabía si su visita era por motivos laborales o personales, la noticia bastó para causar revuelo en redes sociales.
Una auxiliar de vuelo compartió a través de redes sociales cómo había atendido a los artistas a bordo de un vuelo de Vietnam Airlines. Ella dijo que inicialmente no los reconoció debido al número de pasajeros, pero al momento del servicio de alimentos se percató de quiénes eran realmente.
En lugar de interrumpirlos con una solicitud de fotos o autógrafos, la azafata optó por dejarles una nota escrita a mano, donde expresaba su cariño como fan y su deseo de que disfrutaran su estadía en Vietnam. Según relató, ambos artistas leyeron la nota y sonrieron, dejándole un recuerdo que consideró uno de los más memorables de su carrera.
La historia se viralizó rápidamente, generando tanto elogios como críticas. Muchos elogiaron la actitud respetuosa de la azafata, destacando que no intentó invadir la privacidad de los artistas. Sin embargo, otros usuarios cuestionaron su decisión de hacer pública la experiencia, argumentando que, al compartir detalles del vuelo, comprometió la seguridad y el itinerario privado de Jimin y Jungkook.
Los fans señalaron que, ante este tipo de encuentros, lo ideal es esperar a que los artistas hayan dejado el país antes de publicar cualquier información, especialmente si se trata de figuras públicas que viajan de forma discreta.
Mientras tanto, circularon más reportes de que los ídolos fueron vistos no solo en el aeropuerto, sino también en un mercado local, acompañados por personal de seguridad y un equipo de grabación. Esto desató especulaciones sobre una posible grabación de contenido, quizá para un reality show.
Aunque el motivo exacto de la visita sigue sin confirmarse, el episodio reabre el debate sobre los límites entre el entusiasmo de los fans y el derecho a la privacidad de los artistas.